lunes, 5 de julio de 2010

VIAJE EN TREN

La gloria no existe

Ayer la felicidad me recorría el cuerpo
hoy la desesperación me hace salir corriendo.

El sol en la ventana es lo que me lleva
estar sentada en esa esquina de la mesa,
mirar el paredón blanco irregular, manchado de musgo y humedad
ver el otoño desde ahí.

Nunca salí y eso me llevó a no querer salir,
ese es el único lugar
el sol entra y convierte la casa en hogar.
Y lo quieren enrejar
quieren construir como se construyó todo
sin patio, sin árboles, sin flores.
El árbol de mi ventana ya no está,
el ombú ya no está.

Tampoco están los hinojos, las chilcas,
el alambre donde Diego se cortó la pierna
la cuneta del doble de mi altura, 
treparla era una hazaña que sólo los mas ágiles conseguíamos.
El puente, que se cruzaba corriendo, para ir a la canchita
el pozo ciego donde me caí,
con mi conjuntito lila de pollerita tableada de algodón.

Y yo quería jugar al fútbol
correr y jugar a la pelota.

jueves, 1 de julio de 2010

FRAGMENTOS



He comprendido que pocos hombres se realizan antes de morir, y he juzgado con mayor piedad sus interrumpidos trabajos. Aquella amenaza de una vida frustrada inmovilizaba mis pensamientos en un punto, fijándolos como un absceso. Mi deseo de poder era semejante al del amor, que impide al amante comer, dormir, pensar y aún amar, hasta que no se hayan cumplido ciertos ritos. Las mas urgentes tareas parecían vanas, desde el momento que me estaba vedado adoptar, como señor, decisiones referentes al futuro; necesitaba tener la seguridad de que iba a reinar para sentir de nuevo el placer de ser útil. Aquel palacio de Antioquia, donde algunos años mas tarde habría de vivir en una especie de frenesí de felicidad, era para mí una prisión, y tal vez una prisión de condenado a muerte. 

Envié mensajes secretos a los oráculos, a Júpiter Amón, a Castalia, a Zeus Doliqueno. Me rodee de magos, llegué al punto de hacer traer de los calabozos de Antioquia a un criminal condenado a la crucifixión y a quien un hechicero degolló en mi presencia, con la esperanza de que el alma, flotando un instante entre la vida y la muerte, me revelara el porvenir. Aquel miserable se salvó de una agonía mas prolongada, pero las preguntas formuladas quedaron sin respuestas. De noche andaba de vano en vano, de balcón en balcón, por las salas del palacio cuyos muros mostraban aún las fisuras del terremoto, trazando aquí y allá cálculos astrológicos en las losas, interrogando las estrellas titilantes. Pero los signos del porvenir había que buscarlos en la tierra.

miércoles, 30 de junio de 2010

VIAJE EN TREN

Estoy en el tren, todavía sin salir de la estacion de Retiro. El vagón tiene asientos de cuerina verde hermoso, el verde que me gusta. En la parte de arriba tiene rejillas porta-equipajes de metal, acero creo.

Me tocó ventanilla, un alivio, la verdad no se me ocurrió mencionarlo cuando compré el pasaje, así que se lo agradezco al chico de la boletería de "ud. se ha comunicado con Ferrocentral, aguarde un momento por favor".
El vagón es terriblemente antiguo, aparenta una solidez de máquina que ya no se fabrica.

Hoy se agrega una nueva experiencia a la lista: es mi primer viaje en tren!
Según el hombre que se sentó a mi lado, la ventanilla es una cagada porque llegás tapado de tierra, para mí igual es lo máximo porque puedo ver el paisaje, aunque sea de noche.